Una de las grandes delicias que tengo en mi vida es leer manuales de juegos de rol (RPG) del tipo de juntarse con amigos, tirar dados para ver que pasa y contar una historia colaborativa.
Descubrí esto al comenzar a jugar este tipo de juegos. Con tener un personaje armado y comenzar a jugar encontré que soy una esponja para las reglas, las puedo captar rápido incluso en el medio de una partida.
Cuando más tarde quise comenzar a dirigir partidas de juegos de rol, siendo el DM (Dungeon Master) o GM (Game Master) descubrí que, al contrario que las novelas que me gusta leer y suelo leer sin interrupción, al leer manuales de juegos de rol leía una regla y comenzaba a imaginarme como aplicarla en varias situaciones.
Por un lado, esto hacía que leyera estos manuales en forma lenta, pero por otro lado es fantástico ver como van encajando las mecánicas entre si a medida que sigo leyendo. No es acá cuando descubrí mi lado nerd, pero si donde comenzó a brillar.
Luego de algunos años de jugar o dirigir partidas, comencé a jugar juegos distintos a D&D y ahí comenzó lo más divertido. Porque probar juegos distintos nos hace pensar distinto cuando dirigimos una partida. Y al dirigirla es cuando realmente terminan de encajar todas las reglas y vemos la razón por la que son como son.
Hace unos meses, dirigiendo Masks, un juego narrativo con reglas PBTA (powered by the Apocalypse) sobre superheroes adolescentes en un mundo de adultos.que los quieren manipular, recibí el pedido de una jugadora que quería crear un personaje. El problema es que ese personaje no encajaba en ninguno de los arquetipos provistos por el juego.
Y ahí descubrí que años de dirigir creando pequeñas reglas para situaciones no contempladas por el manual que podía crear un nuevo arquetipo para el juego y comencé a pensar ideas para que no fuera un arquetipo que desbalanceara el juego.
Fue un proceso muy entretenido, distribuido en varios mese de escribir y evaluar y reescribir y probar y reescribir y aumentar las opciones hasta llegar a un arquetipo que me gustó.
Y quedó tan bien armado que pensé en publicarlo Y en la investigación acerca de como publicarlo fue que descubrí que cada uno de estos juegos de rol más pequeños tienen alrededor una comunidad que desarrolla mejoras y los amplía.
Y no solo me pareció fabuloso, también me pareció una cuestión excelente para todos aquellos que tenemos ansias creativas. En lugar de crear un todo, un juego completo, que puede llevar años, podemos crear mejoras para juegos de otros en meses en nuestro tiempo libre.
Y esto hace que comencemos a ser reconocidos en esas comunidades y a llegar a creaciones que, poco a poco, van calmando nuestras ansias creativas. Y si la licencia del juego lo permite, podemos ganar algo de dinero con eso, no muchos ya que no es un juego completo, pero tal ves si lo suficiente como para comprar otros manuales de juego.
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