Este es un artículo extraño para mi. Es un artículo con una posición política. No es que no tenga posiciones políticas, sino que no suelo expresarlas tan abiertamente. Tambien necesito aclarar antes de seguir que no me considero un patriota (o debería decir no me cosidero patriotero), la indignación nace desde otro lugar. Una última aclaración, esto es mucho más entendible para las personas de nacionalidad Argentina, aunque dado el analisis que voy a hacer, puede que otros tambien lo comprendan.
Este año, por segunda vez consecutiva, el 25 de mayo una radio con inclinaciones derechistas llamada Radio 10 ha regalado banderas que se enganchan facilmente en vehiculos. Naturalmente, las banderas tienen los colores argentinos, pero sin embargo, no las considero símbolos patrios, ya que a traves de su promoción, Radio 10 ha pervertido la esencia de esas banderas.
Acompañenme mientras analizo los porque de mi pensamiento. Las campañas de regalo de esas banderas ocurren en vivo (o sea son transmitidas por radio), y en puntos céntricos de la Capital Federal. Esas banderas son entregadas en mano a los automovilistas que circulan por la avenida elegida. Esa forma de entrega, aparentemente casual, genera que se produzcan embotellamientos de tránsito, con los consiguientes avisos en las radios para que la gente evite la zona (lo que atrae a más gente, obviamente, ya que se entera en otras radios donde es que regalan las banderas), las coberturas periodísticas de otros medios, y la transmisión en la misma Radio 10. Como resultado de esto (que yo considero una excelente campaña de marketing), cualquiera que vea la bandera en un coche, luego de verla en 3 coches más, deduce que es la bandera que regalaba Radio 10.
Incluso en mi, que jamas escucho esa radio por detestar las cosas que allí se dicen, se produjo internamente el cambio de asociación. Yo no veo la bandera en un coche y pienso en la Bandera Argentina, veo un coche y pienso en la bandera de Radio 10. Esto es el resultado del perverso mecanismo de marketing implementado, que pervierte la esencia de lo que una bandera representa para un país y la transforma en una mera herramienta de publicidad.
Me encantaría que la gente comprendiera esto y quitara las banderas de sus coches, pero se que en el país en el que vivo, esperar ese tipo de comportamiento espontaneo es completamente inutil. Y es por eso que la acción de publicar este artículo es una acción política, ya que busca una repercusión (aunque dificilmente la obtenga) y una acción que debe producirse mediante la toma de conciencia de un grupo de gente que fue engañado mediante habil marketing.
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