La división de Intel que se encarga de hacer testeos con Linux aún no logró encontrar el problema de hardware que provoca esto, pero si logró frenar mediante la reescritura del driver e1000e que las señales culpables llegaran hasta el chipset en la combinación que lo hacían, haciendo que eso mismo sea procesado en forma diferente, aunque con un resultado correcto.
La gente de Intel se comunicó con Linus Torvalds, quien inmediatamente incluyó el parche en el árbol del kernel de prueba. Con esto quedó solucionado el problema, aunque la gente de Intel sigue trabajando para intentar encontrar la causa del problema.
Esto es algo comendable: por un lado el sistema de alerta temprana informó de la existencia del problema a la comunidad, y solo 3 días más tarde, hay una solución disponible. Así es como funciona la comunidad de código abierto: informando los problemas y publicando rápido las posibles soluciones, hasta arreglar el problema.
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