Obviamente que les acreditaron el dinero en la cuenta, pero lo extraño es que no hubo consulta ni opción, simplemente borraron los archivos sin tener en cuenta la opinión de sus usuarios. Es una invasión de la intimidad de sus clientes, y un atentado contra la propiedad privada, ya que la gente pagó por esos libros electrónicos.
No es válido que por un cambio de opinión de un editor (el culpable real del problema) se borre contenido legalmente adquirido de buena fe, esa no es la forma de tratar a un cliente. Es como si la librería donde compro libros entrase en mi casa y esperase a que yo abriera un libro para sacármelo, dándome el dinero que gasté a cambio.
Por supuesto, todo este despropósito tiene su costado gracioso. Los libros eliminados son ambos de George Orwell, Rebelión en la Granja y 1984. Si señores, Gran Hermano vive y está mirando.
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