Muy probablemente ya hayan detectado una cierta tendencia en la electrónica de consumo: la mayoría incluye alguna forma de GNU/linux embebida en su interior. Embebida significa en este contexto que ese sistema operativo ha sido adaptado para caber dentro de un chip de memoria permanente, y configurado para arrancar y presentar rapidamente una interfaz adecuada para el aparato en cuestión.
Por otro lado, creo que a nadie se le escapa que han aparecido varias pantallas sensibles al tacto, algunas incluso con capacidades multitouch (o sea que pueden rastrear el movimiento de más de un objeto a la vez).
La gente de Misa Digital ha unido estas dos cosas en un cuerpo de guitarra, con la pantalla en la zona en que normalmente tocamos las cuerdas y el sistema operativo controlando elcomportamiento, y con esto ha dado forma a la Kitara. El resultado es un instrumento muy versátil, ya que no solo se puede usar como guitarra, sino que además se pueden realizar experimentos sonoros muy curiosos.
Como la demostración es más adecuada que mil palabras, les sugiero que vayan al sitio de Misa Digital, entren en la pestaña llamada Multimedia, y vean ustedes mismos el corto video donde se exploran algunas de las posibilidades.
Este es el real poder del código abierto: al otorgar una base con potencia suficiente para casi cualquier cosa, muy adaptable y manipulable, permite que la gente con ideas novedosas pueda experimentar de formas anteriormente no pensadas.
Por ejemplo, este tipo de instrumento puede desarrollarse en forma experimental con una webcam en el fondo de una caja con un papel blanco y un vidrio sobre el, preparada para captar solo valores de extremo contraste, lo que arma un muy económico sistema de tracking multitouch. De esta forma se puede probar la viabilidad del concepto antes de comenzar a invertir en moldes de guitarra o pantallas que son la parte más cara del desarrollo.
Quiero que piensen bien en el concepto de la frase anterior, porque esto implica un desplazamiento de la capacidad innovativa, desde las grandes empresas con grandes presupuestos, pero políticas internas restrictivas, a el pequeño que puede, con casi nada, probar conceptos que tal vez sean exitosos o no conduzcan a ninguna parte, pero que se pueden testear muy economicamente antes de comenzar a invertir en el desarrollo.
Entonces, no es que sea tan importante que la Kitara incluya una versión de Linux. Lo que realmente es importante es que una versión de Linux hace posible la existencia de la Kitara.
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