Luego de haber escrito GNU/Linux al rescate de Windows un amigo me comentó que tuvo que usar la consola de recuperación para solucionar el mismo tipo de problema.
En el artículo anterior yo sugerí "sobre todo porque con casi total seguridad, no hubieran permitido el uso de un pendrive para transferir el archivo faltante". Se ve que mi casi total seguridad estaba equivocada.
Una de las cosas casi interminables que hace el CD de instalación de XP es cargar motones y montones de drivers que casi nadie necesita, parece ser que entre todo esto, carga drivers de pendrives.
Por supuesto, mi amigo lo averiguó de casualidad, buscando letra por letra a ver donde estaba la unidad de CD en la que tenía el archivo grabado, y así, casualmente, encontró la letra donde estaba el pendrive.
No se equivoquen, sigo prefiriendo el otro enfoque, fue más gráfico, sencillo, rápido y, sobre todo, permitía abrir archivos y conectar a internet sin riesgos mientras hacíamos la reparación. Un bono MUY grande para los que precisan instrucciones paso a paso para realizar una reparación. Sin embargo, había dicho un dato erróneo con respecto a Windows y aquí, sin que nadie lo solicite, lo corrijo en una entrada del blog de igual importancia que la anterior.
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