Hoy les traigo una historia de Monopolio, pero una en la que el monopolio demuestra cierta ceguera y así se equivoca y pierde (un poco, por supuesto).
Comencemos por los hechos. La ley de patentes de Estados Unidos implica que si demando a alguien por el uso de una patente de mi propiedad que uso en mis productos, y el demandado gana el juicio, puede iniciar una contrademanda que afecte a los productos en los que usó esa patente. Esta es la razón por la que hay grupos que controlan patentes sin tener ningún producto que las use, ya que de esa forma una contrademanda solo afecta al dinero, pero no a un producto.
A la vez Microsoft está siendo demandada por i4i, quien posee una patente sobre la forma de interpretar XML para confeccionar un documento (o sea lo que hace Office 2003 y 2007 en algunas operaciones). En el juicio están hablando en contra del sistema de patentes, y en contra de i4i, criticándole que no posee producto que use esa patente como para hacer la demanda, mientras que i4i dice que tenía pero Microsoft con Office los sacó del mercado.
Dentro de ese contexto, Microsoft decidió desprenderse de 22 patentes, que declaró obsoletas en operaciones de prensa. Pero la gente de marketing de Microsoft opinaba distinto, ya que ofreció en remate ese grupo de 22 patentes junto con ejemplos de como podía ser usada cada una de ellas contra el software libre. O sea que de 22 patentes obsoletas de las que nos desprendemos, pasamos a 22 patentes que no nos atrevemos a usar personalmente contra el software libre porque ahora queremos parecer amigables.
Pero claro, la cosa es parecer amigables, no serlo. Por eso fue que esas patentes fueron ofrecidas tan solo a grupos que no tuvieran producto alguno, o sea lo que comunmente se conoce como Patent Trolls, gente que usa las patentes genéricas en forma despiadada contra empresas que quieren diseñar, fabricar y vender un producto novedoso que cae bajo esta generalidad, una vez que ganan suficiente notoriedad como para sacar una jugosa tajada.
Dentro de estas organizaciones que no poseen productos pero si patentes, hay un caso curioso para mi, pero que tal vez sea común. Allied Security Trust, màs conocida como AST, es un grupo que utiliza una táctica con nombre de pesca, catch and release (pescar y liberar). AST es un grupo formado por capitales de varios miembros, entre ellos algunos tan conocidos como Verizon, Cisco o Hewlett Packard. Lo que hacen es comprar patentes, dar licencias permanentes a todos sus miembros y luego volverlas a vender.
AST fue finalmente la compradora de estas 22 patentes, y luego de licenciar a sus miembros, llegó el momento de venderlas nuevamente. Pero en lugar de venderlas a un Patent Troll, tal como esperaba Microsoft, AST decidió venderselas a OIN (Open Invention Network, el mismo mencionado en el caso TomTom).
Por si no lo recuerdan, les comento que OIN es un grupo sin fines de lucro dedicado a acumular patentes para proteger al software libre en general, y a GNU/Linux en particular, por el simple expediente de adquirir patentes y dar licencias a todos sus miembros, siempre que accedan a no demandar a Linux. O sea que 22 patentes que el grupo de marketing de Microsoft afirmó que podían ser usadas contra el software libre están ahora, ironicamente, en manos de la organización que tiene a su cargo evitar esas demandas.
Justicia poética, Justicia divina, simple golpe de suerte, o ceguera mortal, ustedes deciden.
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