sábado, 7 de noviembre de 2009

Los cortos de ciencia ficcion en alza

Ultimamente estoy viendo que hay una serie cada vez mayor de films cortos con temática de ciencia ficción, fruto de que mucha gente con ganas de contar una historia encuentra medios relativamente accesibles para hacerlo, sin que los costos sean prohibitivos como lo eran hace años.

A medida que las cámaras digitales favorecen el stop motion de alta calidad, que las computadoras permiten aplicar efectos especiales casi profesionales, que los programas de render de gráficos 3d alcanzan cotas insospechadas, la barrera para hacer uno de estos films va bajando, y ya no se trata tanto de precisar contactos que permitan acceso a equipo, sino de entrenarse a uno mismo y reunirse con gente que maneje herramientas que están realmente al alcance de muchas personas, pero que pocos dominan.

Al transformase entonces la barrera de económica/social a capacitación/social, vemos como los cortos proliferan, y como los que precisaban efectos especiales (antes imposibles para los mortales) están comenzando a surgir con fuerza.

Es así como he visto cosas como Alive in Joburg, el corto que dio origen a la impresionante District 9, Makazie one, una visión muy especial de las fuerzas de elite del lado oscuro de Star Wars, y cosas que si bien no son cortos, están relacionadas, como las series de ciencia ficción en broma (Star Wreck) o en serio (Star Trek: Phase II ) relacionadas con Star Trek.

Lo que me movió a escribir este artículo fue un impecable corto de ciencia ficción (Ataque de Pánico) en el que la ciudad Uruguaya Montevideo eleva su estatus al ser tan importante como para recibir el ataque de robots gigantes. Realmente deben verlo, es una escalada de imágenes, situaciones y destrucción impresionante, hecha con calidad y jugando con nuestras espectativas. Como amante del manga y anime que soy, esos robots gigantes representan un plus muy importante, pero incluso si no les interesan manga y anime, no pueden dejar de ver este corto. Por cierto, verán que aparecen naves, no importa, la estrella son los robots, que no quede ninguna duda.

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