Las semillas de la libertad

Hace un par de meses estaba leyendo emails cuando mi madre me sorprendió al enviarme un cuento. Aclaremos que no es el primer cuento que escribe y que leo, y se que escribe muy bien, pero sucede que la temática de sus cuentos generalmente me cuesta, no es la temática que más me gusta.

Entonces generalmente lo dejo estar un tiempo hasta que un día me decido y lo leo. Y me suelen gustar, porque escribe bien, pero suelo preferir otro tipo de lecturas, por eso es que los suelo dejar descansar antes de leerlos. Sin embargo, como dije, esta vez me sorprendió.

Sucede que como sabe que me gusta mucho la ciencia ficción, escribió un cuento de ciencia ficción, de hecho un muy buen cuento de ciencia ficción, y allí se centraba la sorpresa. Porque la mayor parte de los escritores de ciencia ficción suelen ser lectores de ciencia ficción, y mi madre no lee ciencia ficción.

Las semillas de la libertad es un precioso cuento sobre un posible y perturbador futuro, que escribió para pasarme algo que me gustara realmente leer. Encuentro ese detalle simplemente hermoso. Luego de leerlo y decirle lo mucho que me gustaba, le pregunté ¿te gustaría que lo publicasen? y cuando me dijo que si (previa duda acerca de si alguien se animaría a publicarlo, se ve que no entendía del todo lo bueno que es el cuento) lo envié por email.

Y es de esta forma que el cuento llegó finalmente a mis manos en forma impresa, ya que se editó en el número 21 de la revista Aventurama, del primero de Noviembre del año 2009. Así que ya saben, busquen en las librerías indicadas en el blog de la revista Aventurama y encontrarán este número que contiene este cuento que aprecio tanto. Por si no lo recuerdan, Aventurama publicó mi cuento Consuelo para los deprimidos en el número 12, así que la simetría se refuerza, yo publiqué en el número 12 y mi madre en el 21.