domingo, 11 de septiembre de 2011

Cuando las empresas tratan mal a sus usuarios

Hace ya muchos años contraté un servicio de internet ADSL de Ciudad Internet Flash. La verdad es que no puedo quejarme de la conexión, realmente siempre funcionó muy bien, y las pocas veces que tuve problemas se solucionaron rapidamente.

Dentro de ese servicio recibí un paquete que incluía cosas como sitio personal (que nunca usé por ser algo muy limitado) y acceso pop3 a 5 direcciones de email, una principal y 4 con menos capacidad. Las usé muchísimo tiempo hasta que salió Gmail, momento en el que comencé a pasarme lentamente a esa nueva dirección mientras mantenía algunos servicios atados a las viejas.

Hace unos días me comenzaron a llegar avisos que decían que a partír del 29 de septiembre van a comenzar a cobrar 50 pesos (unos 4,8 dolares) anuales por el acceso POP3, SMTP y reenvío a otras cuentas. Es poco dinero para mi, es verdad, pero hay una cuestión subyacente. Ese acceso que me quieren cobrar es parte del paquete que vengo pagando mes a mes. O sea que si ahora me quieren cobrar extra quiere decir que el paquete que me venían cobrando acaba de perder parte de su valor.

La cosa podría haber terminado en eso, pero ahora comienza lo divertido. En la comunicación telefónica comenté que no iba a pagar, y que el acceso gratuito por webmail no me servía, por lo que los que más iban a perder eran ellos: iban a perder la vía de comunicación que tienen conmigo por la que me envían ofertas y comunican novedades.

Ante eso me pidieron otra casilla de email para comunicarse conmigo, cosa que no di por una cuestión de principios ya que ellos ya tienen una casilla por donde me envían sus propagandas, y me están poniendo obstáculos para acceder a ella, obstáculos que alcanzan para que yo no use más esa casilla de email. Yo no puedo premiar esa actitud dándoles otra dirección de correo electrónico para que me manden sus propagandas.

Debo agregar otra cuestión que me enojó bastante, me quisieron convencer que me querían cobrar porque habían mejorado el programa que brinda el acceso a POP3. No hablaron de mejoras en la base de datos, o  de espacio de almacenamiento, o de velocidad de conexión. Hablaron de mejoras en el servidor de correo POP3. De más está decir que los servidores de correo suelen ser máquinas sin operador basadas en Linux y programas de código abierto, con lo que me estarían contando una mentira. Pero incluso si así no fuera, y hubieran elegido un programa cerrado para realizar la tarea ¿de que mejoras me hablan si ellos no podrían hacer modificaciones? Y si cambiaron de programa ¿eso en que me importa? La experiencia del usuario al respecto debería ser completamente transparente.

Lo más loco y divertido vino al final. Luego de haber visto como me enojaba por el tema, como estoy enojado con la compañía y su actitud, me preguntó si quería realizar una encuesta de conformidad. Obviamente le dije que no creía que les conviniera.

La verdad es que la pérdida no es grande, ya hace rato que no uso esas cuentas salvo para casos muy puntuales. Lo que me enoja es la actitud corporativa que quiere meter a todos sus clientes en un mismo molde, que no entiende que hay casos especiales que requieren otra actitud, que al hacer esto están imponiendo condiciones que no respetan los contratos originales.

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